MICRORRELATO I
Marrakech
Aún podemos sentir
la mezcla de olores
en la vieja medina.
—Azafrán, comino, cuero, incienso, curry, menta.
Marrakech es un laberinto colorido
de infinito movimiento,
donde bailan serpientes
y el hombre recuerda al hombre,
cada poco,
que Alá le llama
en un sollozo preciso,
puntual,
metódico.
En Marrakech,
tarde tras tarde,
la luz dorada se va posando
lentamente
sobre los minaretes.


