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¿Tienes demasiadas cosas en casa? ¿Has hecho alguna vez  una mudanza y has descubierto multitud de objetos que ni siquiera recordabas que tenías? Si eres de los que aún guarda la ropa y las cosas que usabas hace años, es posible que necesites hacer algo por remediarlo.

Muchas veces tenemos la sensación de que la vida no es tan sencilla como nos gustaría y soñamos con cambiar eso. Pero por otro lado nos la complicamos nosotros mismos. Nos entretenemos en lo que no es importante.

Piénsalo. Almacenar las cosas que no usas sirve únicamente para quitarte espacio y libertad. Sin darte cuenta, cuando buscas, cuando limpias, cuando recoges… Estás perdiendo un tiempo precioso en tu vida.

Nuestra experiencia

Vivir viajando durante 6 meses nos ha ayudado a aprender muchas cosas y a reflexionar sobre un montón de aspectos de nuestra vida. Imagínate. Tuvimos que dejar nuestro apartamento y seleccionar lo que era necesario, importante y prescindible. Vendimos un montón de cosas por Internet, donamos otras tantas a diferentes asociaciones y guardamos el resto en cajas.

De hecho, hoy en día sólo conservamos los objetos que son realmente útiles y, por principios frikis, nuestros libros, cómics y vinilos favoritos. Sin embargo, aunque el concepto minimalismo en sí es simple, no es fácil de conseguir.

En primer lugar, porque supone tener que hacer una revisión profunda e importante de ti mismo. Pero como a nosotros nos ha merecido la pena, y mucho, hoy queremos compartirlo contigo.

No mires al pasado, sino al futuro

¿Te has preguntado para qué quieres ese montón de objetos que no usas para nada? Muchas veces vivimos rodeados de cosas a las que simplemente tenemos cariño. O eso creemos.

Porque la realidad es que no sentimos cariño por el objeto en sí, sino por los recuerdos que nos trae. Conservar algunos recuerdos que te hacen feliz o te resultan importantes está bien, pero no puedes permitir que las cosas te acaben poseyendo, y no al revés.

Si consigues reducir tus pertenencias a lo que realmente necesitas, te apasiona o te hace feliz, con pocos metros cuadrados te sobrará espacio para guardarlo todo. Así fue en nuestro caso. Nos fuimos de viaje con dos mochilas, las cámaras y el portátil. Listo.

Controla lo que compras

Si eres de lo que compra compulsivamente en tiendas u online, será mejor que pares. Por tu bolsillo y por tu salud. La compra genera en muchas personas una satisfacción inmediata.

De ese modo creen llenar sus vidas de sentido y consiguen borrar temporalmente los problemas. Pero a menudo es una sensación pasajera. Los objetos comprados acaban metidos en un cajón y en poco tiempo vuelven las carencias.

Compra sólo lo que realmente necesites y haz que las cosas nuevas llenen viejos espacios. Por ejemplo, si compras una bufanda, deshazte de la bufanda vieja donándola o vendiéndola.  Puedes poner tus cosas en venta en plataformas como: VibboWallaPop o Mil Anuncios.

 

Digitaliza tu vida

De este modo puedes ganar también un montón de espacio. Escanea tus facturas y todos los papeles que tengas acumulados, guárdalos en un dispositivo digital y haz una copia.

Nosotros, por ejemplo, tenemos una copia en un disco duro y otra en Dropbox, un servicio de alojamiento de archivos en la nube. El servicio te permite almacenar y sincronizar archivos en línea entre todos tus dispositivos, ya sea ordenador, tablet o móvil.

En el siglo XXI no es necesario acumular montañas de datos físicamente para tenerlo todo bien guardado.

Céntrate en las experiencias

Prueba, experimenta, conoce y viaja todo lo que puedas. Intentar sumar a tu vida experiencias, no cosas. Cuando tengas nietos, será mucho más divertido tener una colección de anécdotas que de objetos.

Además, si te lo planteas, este estilo de vida minimalista puede entenderse mucho más allá. Puedes ser minimalista en la organización de tu tiempo, de tu mente, del consumo de energía y de recursos. Pensando en lo que posees y en lo que compras, pero también en cómo inviertes tu tiempo e incluso en tu relación con las personas.

Si te interesa ver un vídeo más en profundidad sobre este asunto, te recomendamos no perderte la entrevista que le hicimos a Antonio G, también viajero digital. En el minuto 32:07 puedes aprender cómo vive él con menos de 100 cosas.

No somos lo que tenemos, ni la casa en la que vivimos, ni las cosas que poseemos. Por nuestra experiencia, vaciarnos de cosas materiales significa llenarnos de otras mucho más valiosas. Valoramos el tiempo y la libertad por encima de todo. ¿Y tú? Cuéntanos cuáles son tus prioridades y si vives o no rodeado de cosas. ¡No te vayas sin dejar tu huella en los comentarios!