Para nosotros, lo mejor de este lugar son las espectaculares vistas en 360º del entorno. Situado a 9 kilómetros del centro de la ciudad, este templo está ubicado en un laberinto de cuevas naturales formadas dentro de las montañas.
Precisamente en la cima de una de ellas se encuentra este templo, al que se accede subiendo un total de 1.237 escalones. Y debemos reconocer que con la humedad y el calor propios del Sudeste Asiático, suponen todo un reto. ¿Que no? Échale un vistazo al vídeo que grabamos allí durante nuestro viaje a Tailandia.
La leyenda del Templo de la Cueva del Tigre
El ascenso y la cima
El ascenso es bastante complicado, por lo que te recomendamos que lleves agua bien fría y calzado adecuado. Los monos del camino dan bastante mal rollete, sobre todo porque te roban las cosas. Así que ten especial cuidado si llevas fruta y botellas de agua.
Pero lo que verás en la cima sin duda merece la pena. Las vistas son increíbles y el gran Buda que preside el templo se sitúa nada menos que a 278 metros de altura. También hay otras esculturas más pequeñas, entre ellas una Ganesha (una de la deidades más reverenciadas, con cuerpo humano y cabeza de elefante).
Más cosas que hacer en Krabi Town
Para muchos, Krabi Town es simplemente un lugar aburrido por el cual pasar antes de dirigirse a las paradisíacas playas cerca de Ao Nang, la península de Railay o las islas Phi Phi… O antes de coger un vuelo en el aeropuerto.
Pero es precisamente su ambiente recogido y la ausencia de turistas lo que lo hace especial a este enclave interior.
Un paseo por el río
El Krabi Riverside Walk es un gran paseo fluvial a lo largo del río. Este sendero se inicia en el parque Chao Fah Park, donde los fines de semana por la noche se celebra el mercado nocturno.
Khao Khanab Nam
Son dos formaciones de piedra caliza que actúan como puerta de entrada fluvial a la ciudad de Krabi. La más alta de ellas cuenta con cien metros de altura. En su interior existen numerosas cuevas que es posible visitar.
El templo blanco
También llamado Wat Kaew Korowaran, destaca por su característico color blanco y por su estilo arquitectónico clásico. El origen del templo se remonta al año 1886. Tiene una figura de Buda y una escalinata muy curiosa con serpientes talladas.
Guauuuuu!primer escalón subido!
Jajaja. ¡Y así hasta la cima!